Alí Babá y los 40 indeseables del climaterio. (Parte 1)

07-12-2021
Alí Babá y los 40 indeseables del climaterio. (Parte 1)
No, tal vez no hemos sido capaces de reconocer las señales, pero la menopausia no llega sin avisar. De hecho nuestro cuerpo empieza a hacer frente a los síntomas indeseables que se nos van colando sigilosamente mucho antes de que estemos preparadas para asumir que estamos llegando al fin de nuestra fertilidad
A partir de los 40 años en nuestro organismo se empiezan a manifestar algunos síntomas o señales, pero para poder detectarlos es necesario que activemos una muy buena relación con nuestro propio cuerpo y una escucha activa que nos permita entender que esos síntomas son un preludio de nuestra menopausia, y que en función de cómo los abordemos vamos a complicar o facilitar nuestro tránsito hacia ella.

Algunos síntomas pueden aparecer durante la etapa de la perimenopausia, y otros pueden ir surgiendo a medida que nos acercamos a la última regla o menopausia, e incluso durante la postmenopausia

Aquí os dejo una  primera parte del listado de los  posibles visitantes indeseados para que no os pillen de sorpresa:

1. ¿Y la regla para cuándo?
Períodos irregulares. Un clásico. La regla o no llega o se pasa. Se adelanta o se atrasa. Es ese momento en el que ese calendario en el que ibas anotando cuándo tenías cita con tu regla deja de servir. Empieza a llegar cuando le da la gana.
 
2. ¿Compro compresas extra grandes o salvaslip?
Reglas muy abundantes o muy escasas. Ya no sabes cómo vas a abordar tu próxima regla, si vas a necesitar un salvaslip, una compresa gigante o una copa menstrual tamaño balón, porque hay meses que manchas más que nunca  y otros que apenas manchas y parece que la regla te ha abandonado  ese mes.
 
3. Síndrome premenstrual en tarifa plana o ilimitado
¿Creías que después de tantos años juntas tu menstruación y tú ya sabías todo acerca de tu síndrome premenstrual?, pues ya te digo yo que no. Abróchate el cinturón que vienen curvas, y tu SPM  ( Síndrome Pre Menstrual) se va a volver loco de remate. Prepárate para sentirlo en toda su intensidad; más largo,  más calambres y dolores de ovarios, más  irritación y melancolía, más antojos de dulces, más…

4. ¿Y esos kilos de dónde salen?
Vienen de la nada, a traición y sin que los hayamos invitado. Comes  como siempre, haces el mismo ejercicio, y aun así, engordas y  no hay  manera de quitarte esos kilos de más.
 
5. Retención de líquidos como si fueras Bob Esponja
Bebes agua, tomas infusiones, te cuidas más que nunca, pero te sientes hinchada cómo un globo.

6. ¡Vayan circulando!
La circulación se hace lenta, cómo en un atasco de la m-30. Las piernas se te van hinchando a lo largo del día y cuando llegas a casa sientes los pies  como si te hubieras calzado dos tallas menos de zapatos como la hermanastra de Cenicienta.


7. La grasa empieza a acumularse de otra manera
La grasa deja de acumularse en el pecho, caderas y muslos al estilo kardashian, y empieza a aparecer alrededor de tu cintura, espalda,  tronco y  brazos, al estilo luchador de Sumo.
 
8. ¡Que la fuerza te acompañe!
Pérdida de fuerza y masa muscular. Vale, nunca has sido una forzuda de circo, pero es que ahora te empiezas a sentir como un pajarito.

9. Pasión y necesidad de alimentos dulces o salados.
Da igual que nunca hayas sido golosa, o que tu voluntad te haya mantenido lejos de las patatas fritas de bolsa. Sientes que tu cuerpo te pide mambo muy dulce o muy salado…¡y quieres caer!

10. ¡Ains, mi melena!
Tu cabello se vuelve más fino y quebradizo y las canas empiezan a invadir tu cabecita.
 
11. Taquicardias
Tu corazón se pone sin motivos a mil por horas. Cómo si estuvieras enamorándote,  pero sin galán que lo motive y sin esfuerzo que lo justifique.

12. Dolores de cabeza.
¿Qué no te había dolido nunca la cabeza?, pues aquí lo tienes, un buen dolor para que experimentes lo que es. Y si ya eras asidua a tener dolor de cabeza,  prepárate, porque vienen fuertes y con ganas.
 
13. Pérdida de la líbido
Ni tu pareja, ni el vecino del quinto, ni Brad Pitt que apareciera en tu casa con un lazo. No te apetece y no te apetece. Y punto.

Y hasta aquí esta primera parte de los  síntomas indeseables que pueden aparecernos durante el climaterio.

En próximos Post seguiremos desenmascarándolos y veremos qué podemos hacer para cerrar la cueva y no dejar que nos roben nuestro bienestar.


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