Alibabá y los 40 indeseables del climaterio ( parte 2)

24-12-2021
Alibabá y los 40 indeseables del climaterio ( parte 2)

Hay síntomas en la menopausia más allá de los sofocos, los cambios de humor, o el aumento de peso… y yo te los voy a seguir contando.


En este post seguiremos describiendo esa serie de catastróficas desdichas, que se nos cuelan en la vida como ladrones de bienestar, y que casi nunca asociamos con el fin de nuestra fertilidad, bien porque nos parece que por edad todavía no nos toca, bien porque no nos suenan.

Preparadas, listas, ¡ya!, empecemos:

14. Dificultades para concentrarse
¿Os acordáis de Dory?, la amiguita dispersa de Nemo. Pues eso. Se acabó el abordar varias tareas a la vez y ser capaces de mantener el foco en todas ellas. Esa capacidad multitarea que nos viene a muchas mujeres de serie se va al traste. Empezamos a valorar el hacer las cosas de una en una si es que queremos terminarlas. 
 
15. Niebla mental
Buscar durante horas las gafas de sol cuando resulta que las tienes en la cabeza pasa de ser la anécdota puntual, a ser algo mucho más frecuente de lo que te gustaría. Los despistes se acumulan y la memoria a corto plazo comienza a jugarnos malas pasadas. A veces tardamos un poco más de lo habitual en encontrar la palabra o la frase hecha que queremos utilizar, como si nuestro cerebro pasara por momentos de niebla mental y le resultase más difícil dar con lo que queremos decir.

16. Duelen, luego existen
Sabías que tenías músculos y articulaciones, lo que no te esperabas es lo mucho que pueden doler así, sin más. Un día te levantas entumecida , con los músculo agarrotados, como si en vez de haber dormido sobre un colchón  lo hubieras hecho sobre una roca, y a partir de ese momento comienzas a tener una relación complicada  con tu colchón que termina en ruptura. Comprarás uno nuevo y vivirás un romance pasajero e inestable hasta que aceptes que no son ellos los culpables de tus dolores, no. Eres tú.

17. ¿ Otra vez vas a hacer pis?
¡Pues sí!, a ver cómo os lo cuento, que otra vez, que no hay tregua, y que es acercarse a la menopausia y empezar a enlazar una cistitis con otra . No  nos queda más remedio que hacernos amiga de la horrible sensación de tener la vejiga llena.  Que nos da frío en la zona de los riñones, cistitis. Que nos quedamos con el bañador húmedo un segundo más de lo recomendable; cistitis. Que nos dejamos llevar por una noche de pasión desenfrenada… ¡cistitis!. 

18. Pues ahora quiero hijos
Cada vez hay más mujeres que deciden ser madres a partir de los 40 años, pero cuanto más nos vayamos adentrando en esta década más difícil se hará el concebir. La reserva ovárica empieza a agotarse y los problemas de fertilidad aumentan. Es la ley de nuestro cuerpo. La ley de Murphy; años mirando aterradas el resultado de los test de embarazo cuando no lo deseamos, y ahora que nos ponemos a ello a nuestro cuerpo no le da la gana de embarazarse.

19. Me pica todo
Y cuando digo todo, es todo. Este ladronzuelo de bienestar es un síntoma muy poco conocido de la perimenopausia. No, no tienes alergia a tu nueva crema corporal, ni te ha picado ningún bichito, es que la caída de tus estrógenos hace que tu piel pierda elasticidad y se reseque, y eso da lugar a molestos picores. Ni te cuento ya lo incómodo que puede resultar cuando este picor se extiende a otras partes más íntimas de tu anatomía. 
 
20. Sudores fríos
Se habla de calores o sofocos que te ponen “on fire”, pero de lo que no se habla es que tras la tempestad no viene la calma, sino otra sensación igual de incómoda o más; el frío. De nuevo tenemos que hacer responsables de estas variaciones en nuestro termostato a la disminución de estrógenos que desde que hemos empezado este post, no deja de colarse como el responsable de muchos de los síntomas. 
 
21. Tengo una hormiguita en la patita
“ Que me está haciendo cosquillitas…”. Como dice esta canción para niños la sensación de cosquilleo u hormigueo en las extremidades durante la etapa de la perimenopausia es otro posible síntoma, no muy frecuente,  pero no por ello menos incómodo o desconcertante.
 En cualquier caso el hormigueo en las extremidades puede ser causado por distintos motivos, así que aunque puede estar directamente relacionado con tus cambios hormonales es mejor que consultes con tu médico.

22. ¡Ains que me quedo tiesa!
Ahí estás tú, en tu cama,  recién despertada, estirándote cual odalisca perezosa, cuando de repente pasa. Sientes un calambre que te deja rígida alguna extremidad convirtiendo tu dulce despertar en un mentar a la madre que te parió.
 
23. Aquí huele a algo
No sabes porqué, pero tu desodorante de toda la vida te ha abandonado a tu suerte. Tu sudor huele más fuerte, el pis también y sí, lo siento por la noticia, pero tu zona íntima también ha cambiado de olor
 
24. ¿Y mi vista de lince?
Te cuesta enfocar y empieza a alargar el brazo como el inspector  Gadget para ver las etiquetas cuando haces la compra. ¡Bienvenida presbicia!.

Además es muy posible que tus ojazos tengan que lidiar no solo con el cansancio , sino también con el síndrome del ojo seco. ¿ Sabes de esa sensación de tener algo en los ojos que no termina de salir?, ¿ esa arenilla que te incomoda y te hace sentir la vista nublada?. Pues ahí lo tienes.


Parece mucho,  lo sé, pero la buena noticia es que no tenemos porqué tener todos estos síntomas a la vez. 

Cada menopausia es única y cada una se configura con una mezcla personal entre el catálogo de infinitas  posibilidades. Es un traje hecho a medida para cada mujer.

En el siguiente post abordaré los clásicos populares entre los síntomas ya de todas conocidos. Pero precisamente por ser los más comunes son los que mejor debemos conocer para poder lidiar con ellos.

Así, que sin más, digamos aquello de continuará…

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